Cuando una enfermedad ya no puede ser controlada, a pesar de los esfuerzos y la medicación, los intentos por acabar con la enfermedad cesan. Sin embargo, la atención médica no, solo cambia su enfoque para mejorar la calidad de vida y bienestar tanto del paciente como de su entorno en los últimos días. En esta compleja tarea no solo interviene el equipo de salud, también lo hace el “cuidador”, aquella persona que toma la ardua labor de velar por alguien en el final de su vida.

Acompañar a un ser querido que amamos profundamente durante sus últimos momentos nunca fue fácil; sin embargo, hacer nuestro máximo esfuerzo para que estén bien es algo que vivirá para siempre en nosotros.

¿Qué es el final de la vida?

Se asocia el final de la vida a los últimos 12 meses de esperanza que pueda tener esta persona al atravesar una enfermedad crónica o degenerativa; sin embargo, aunque no se pueda predecir el tiempo que le queda, los factores como el estado de una enfermedad pueden afectar el pronóstico.

¿Cómo acompañar y dar calidad de vida?

El rol de cuidador no solo consiste en estar al tanto de los tratamientos y los cuidados que requiere un ser querido; es preciso mentalizarse para acompañar y preparar para una partida tranquila. Algunos puntos a tener en cuenta son:

1. Escucha activa

Este primer paso es fundamental. Si bien, la opinión médica es importante en lo que respecta a los tratamientos del paciente y sus atenciones, siempre es importante saber qué es lo que opina la persona que está recibiendo estas atenciones: ¿Se siente bien? ¿Necesita algo más?

El respeto y apoyo en tiempos difíciles permite que como cuidador, aprecies la actitud del paciente ante su enfermedad, el cómo le está afectando, reconociendo y respondiendo así a sus necesidades. Aquí también juega un papel muy importante la espiritualidad de la persona. Deja que comunique lo que le es importante.

2. Empatiza

Nunca sabremos al 100% lo que la otra persona está sintiendo; sin embargo, a través de la escucha, haz un esfuerzo para buscar el mayor confort para la otra persona. Para ello, es importante que identifiques las emociones, evaluando de dónde provienen y respondiendo de manera que indique que estás conectando con ellas. 

¿Cómo te sentirías en esas circunstancias? ¿Qué querrías tú que te dijeran u ofrecieran? Respondiendo a esas preguntas y actuando al respecto harás saber a la otra persona que le estás acompañando en el proceso.

3. Prioriza la transparencia

Actuar como si nada ocurriera por temor a que tu familiar se vea afectado negativamente por el diagnóstico sólo generará distanciamiento. Lo cierto es que la mayoría de pacientes saben conscientemente lo que atraviesan porque es inevitable darse cuenta de los cambios y deterioro físico que experimentan y ello lo relacionan a un mal pronóstico.

Ser honesto e informar las cosas con tacto es fundamental para ayudar a la otra persona a transitar los últimos días de su vida con dignidad.

4. Reduce las fuentes de estrés

Procura que el espacio que habite este ser querido sea libre de estímulos que puedan afectar negativamente. Desde acondicionar el hogar para evitar accidentes hasta impedir situaciones que puedan afectar psicológicamente a la persona que cuides. Un ejemplo de ello, sería proteger el entorno y el contenido que consume esta persona en los medios de comunicación y plataformas.

5. Respeta los límites

Procesar la escucha activa también consiste en reconocer los límites que tiene esta persona. En esto también está incluida su necesidad de privacidad, hasta dónde está dispuesto a soportar un tratamiento e incluso saber sobre sus temores e inquietudes sobre la muerte. Así podrás acompañar en el camino de llevar los últimos días con dignidad y cerrando ciclos con su entorno cercano.

6. Ayúdale a cumplir sus últimos deseos

Aunque los últimos días de vida puedan significar un periodo marcado la sensación de una pérdida anticipada, esta también es una oportunidad para dignificar, buscar el significado y reflexionar sobre aquello que es más importante para el paciente.

Un ejemplo podría ser respetar sus deseos de hacer un testamento, cumplir con algún viaje que siempre quiso o reparar vínculos con su familia. Esto le permitirá marchar en paz.

7. Busca ayuda profesional

En el momento que el médico especialista determina que una enfermedad ya no tiene cura y sólo continuará progresando, es necesario considerar los cuidados paliativos; es decir, el servicio multidisciplinario que se orienta a la búsqueda de un mayor bienestar en el día a día para tener una muerte digna y tranquila.

Contar con la ayuda de profesionales de salud enfocados en prácticas paliativistas ayudará a que la carga que recibas no sea tan grande. El equipo que cumple con esta labor no solo incluye enfermeros técnicos y licenciados, también un médico, un psicólogo y un nutricionista especializados en la enfermedad que padece el paciente.

No olvides tu bienestar

Al igual que la salud psicológica y calidad de vida de quienes amas, es igual de importante que como cuidador veles por tu propia salud. Al cuidar, es inevitable que puedas verte afectado y de pronto te encuentres con fatiga física y emocional, así como tensión, depresión y ansiedad. Por ello, es valioso que también cuides de tu mente y tu espíritu; eso te ayudará a tener una mejor disposición a cuidar de quienes amas.

Asimismo, recuerda que no estás solo en el proceso. Siempre puedes pedir apoyo a amigos y familiares para aliviar las tareas que corresponden a cuidar de un ser querido que transita sus últimos días de vida.

Como conclusión, cuidar de quienes amamos también incluye ser conscientes de nuestros límites y capacidades. Recuerda que no estás solo en el proceso y siempre puedes contar con tu entorno cercano y un equipo de profesionales calificados para priorizar el bienestar de quienes amas.

Con ello, te recordamos que en CuidArte no sólo velamos por mejorar los últimos días de nuestros pacientes terminales; también brindamos apoyo psicológico y espiritual a la familia y entorno cercano de nuestros pacientes. Conoce más de nosotros escribiéndonos al +51 932 862 538.